Esta clasificación se refiere a la posición en la que encajan los primeros molares superiores con los inferiores. La clasificación de la oclusión es el resultado de una discrepancia esquelética, de manera que se puede determinar por qué no encaja correctamente. Cuando no están alineados se conoce como una maloclusión, el tratamiento para ello lo determinará el especialista tratante. Es preciso mencionar que si no se soluciona podría causar problemas funcionales como desgaste de la articulación de ATM, trastornos del sueño, desarmonías dentofaciales notables, desgaste dental, entre otros.
Clase 1
Se le conoce como oclusión clase 1 a la mordida donde los primeros molares superior e inferior están alineados.
Esta es la oclusión correcta, y da a la persona un perfil bien balanceado en el plano anteroposterior.
Clase 2
Se le conoce como oclusión clase II cuando la arcada dentaria inferior es posterior (está atrás de la boca) que la superior. En esta maloclusión, los dientes frontales superiores y el maxilar se proyectan más hacia adelante que los dientes inferiores y la mandíbula.
El perfil de este paciente se distingue por labio inferior y mentón retraídos.
Los casos de este tipo en su mayoría son hereditarios y puede deberse a un crecimiento excesivo del maxilar o un crecimiento insuficiente en la mandibula. En casos de niños puede ser corregido mediante ortodoncia, y en adultos requiere de ortodoncia y cirugía ortognática.
